Se utiliza el valor de Frecuencia de ajuste para dictar el margen de tiempo tras el cuál se aplican los recargos a los pasivos (pagos) pendientes que no se hayan pagado. Por ejemplo, si se factura mensualmente a un empleador por un producto de contribuciones del empleador y la frecuencia de ajuste de ese producto está establecida en un mes, el empleador tendrá un mes para enviar los pagos de la factura. Si el empleador no envía pagos dentro del mes, se aplicarán recargos a la factura pendiente.