Los clientes normalmente se dirigen a una agencia con un programa o servicio en mente que satisface sus necesidades. Los clientes pueden solicitar programas para los que no son aptos, o pueden no ser conscientes de la gama completa de programas y servicios que están disponibles para ellos. CCI ataja este asunto ofreciendo funciones que ayudan al trabajador a identificar las necesidades del cliente y determinar luego la mejor respuesta para él.
Un cliente puede llegar a la agencia con una o varias necesidades que el trabajador debe tratar. Las necesidades del cliente se clasifican de forma general en las siguientes:
CCI proporciona una función de selección y una de sucesos vitales que los trabajadores pueden utilizar para identificar las necesidades de los clientes y determinar cuál es la que mejor las satisface. Tras una selección o suceso vital, el trabajador sigue con una exploración, determina la elegibilidad potencial del cliente para los programas que proporciona la agencia de forma interna u otras agencias de forma externa. El trabajador también tiene la opción de crear una derivación a un proveedor de servicios comunitarios, o continuar con la solicitud para tratar las prestaciones.